sábado, 25 de julio de 2009

Poema para la imaginacion I

Armonioso cantar, en la alborada teñida de tiniebla, que se deja ver entre los arbustos.

Respiro profundo, vida; que entre mis caminos son tierra seca y de barro fermentado y sucio, mi espíritu el polvo que se expande por todo el aire.

Bajo los profundos ríos, ahogado, Salí a flotar sobre las aguas inocentes, desmayado. Créanme pude volver en sí. Sin que nadie me auxiliara.

¡Oh que bella! su figura meneada por el aire que hace, a la vez, aumentar su volumen. Cálidos colores. Hermosa figura que deshace en polvo oscuro, mi leño, para después dejar su rastro en mi tierra llana. ¡Apágate de una vez que ya no adoraré más tu beldad!

Gritos enfurecidos, rastros sangrientos y brutalmente desmayos de muerte. Dame de tu piedad, que os necesito ahora saber que estoy vivo al fin. Dime tu verdad. Porque has hecho de mí un hombre cobarde. Porque habéis hecho de mí, mi oscura vida. Pude haber hecho algo más. No pude salvarlos. El miedo me peso demasiado que quedé tendido sobre la tierra.

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