sábado, 24 de octubre de 2009

El ultimo viaje

Mi vida es un viaje que se acaba con la muerte. Ahí empieza mi próximo viaje, un sabor ya a muerte.

Quizá agradable, quizá monstruoso, quizá misterioso.

Pero os daré ese viaje muy pronto, que no sé cuando sea, ni quiero saberlo.

Yo ya soy un viejo mendigo de alegrías y de andar lerdo, que va acompañado por estas calles desoladas y tristes.

Soy la última gota del mar.

Mi alma trepa la lentitud de mi sombra.

Mis ojos ya son montañas derrumbadas, un terreno que antes fue jardín.

Mi mirada es una nube negra que se va borrando en la claridad de la luz. Un suspiro entonces, es un aviso al próximo viaje, un recuerdo de:

“que bello viaje hice”.

Los amigos me dieron la felicidad de trotamundos. De naturalidad embellecida. De gracia eterna. De brazos siempre abiertos.

Mis manos ásperas, como ásperos los verdes y bellos cactus.

Las líneas de mis manos son el camino recorrido a la ventura.

Mi voz ya bajita ya no son ecos en la selva, ni grito eufórico, son murmullos.

Un palmo en el hombro es, entonces, un golpe que duele.

Mi vida un océano de experiencias, mi cuerpo, ahora, mi propio ataúd.

Mis pensamientos mansos como las hojas de los arboles enamoradas por los suaves vientos, y lo que ni dios ni el más vil de los hombres ha vivido en esta, mi aventura.

Un paso es entonces un reto, el segundo y el que viene, la gloria.

Enrique chaz

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola ,,,interesante, ya te amo!, no soy yo, que triste!