viernes, 28 de agosto de 2009

Nuridiano


1acto:
sus ojos cansados de llorar lagrimas de alegría.
su vestido embellecido por el frágil telar de su alma.El viento que lo agita.

Las palabras que alimentan cada paso que da en las calles de la vida, en un viaje interminable.
Su sonrisa ya anclada en el misterio del presente se va haciendo recuerdo vivo.
De parpados enrojecidos, de labios constantemente húmedos, y que el viento no puede secar. En vano el intento.

Al abrir sus manos hacen camino de las aguas que desembocan en el océano de su alma. Ahí donde se estanca eternamente la experiencia del vivir, Vivimos del h2O.

2acto
Miré sus ojos a través de sus palabras, a la vez que me abría camino en su aventura. Ahí en un momento me paré y le dije ansiosamente y cavándole la contemplación en su ojos:
-¿cómo es que los hombres mueren porque están vivos? y ¿porque vivimos más cuando todo lo sabemos a muerte?
Seguí caminando: ella se quedo ahí en el mismo lugar atónita y pensativa. Seguidamente bajó su faz y musitó:
- Es que mientras unos se van, otros se van quedando quizás para esperar quienes también nos esperan y que quizá próximamente se irán en busca de la vida...
¡Es la ley de la vida! y solo el recuerdo es el más vivo en esta caso¡¡¡

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